Beneficios de trabajar los hábitos
La primera infancia comprende una etapa de la vida que va desde los 0 a los 5 años, en estos años tenemos la oportunidad de regalar a nuestros hijos un “seguro de vida”. Y ese seguro de vida son los buenos hábitos.
En el ámbito de la educación, inculcar los hábitos desde edades tempranas tiene un impacto significativo en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños.
Estas habilidades son cruciales para que los niños se desenvuelvan de manera independiente y exitosa a medida que crecen.
Los hijos no nacen con un manual de instrucciones, por eso los padres tenemos necesidad de formarnos. La formación como padres implica adquirir conocimientos sobre el desarrollo infantil, lo que ayuda a entender las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y antropológicas de los niños en diferentes etapas.
A los padres muchas veces les falta tiempo y la intensidad que marca el trabajo profesional dificulta pararse a pensar y reflexionar sobre nuestros hijos. Por ello, desde Erain Txiki queremos ayudaros en esta tarea. De la mano de la tutoría personalizada y del trabajo que desarrollamos en el colegio, podremos trabajar los hábitos.
Vale la pena aprovechar las ideas que nos ofrecen en el colegio, ya que contamos con profesionales de la educación que nos pueden acompañar y orientar en esta tarea.
En este artículo, os vamos a proponer algunas claves que os pueden orientar.
¿Cuáles son esos hábitos?
La higiene, la alimentación, y el sueño.
La higiene:
El baño diario es un momento de relajación para los niños, que les ayuda a favorecer el sueño, también supone un momento de intimidad en el que sienten su fragilidad y la protección de sus padres.
La alimentación:
Es importante para que aprendan a comer de todo desde pequeños, no comida a la carta. Para ello habrá que dedicarles tiempo y paciencia.
El sueño:
Este es uno de los capítulos más importantes para muchas familias. La adquisición del hábito del sueño es muchas veces un desafío. Crear rutinas que ayuden es la clave para una tarea que requiere paciencia.
Los bebés deben dormir en su cuna, y a partir de los tres meses se les puede poner a dormir en otra habitación distinta de los padres. Es importante que poco a poco vayan adquiriendo la costumbre de dormir solos.
Se debe crear un ambiente relajado, una habitación bien ventilada, sin ruido. Les puede ayudar también el uso del chupete, un peluche o muñeco, y evitar el uso de pantallas porque sobre-estimulan, cantarles alguna nana, o incluso cuando son un poco mayores, contarles un cuento que además favorecerá un vínculo con los padres. Así poco a poco serán capaces de conciliar el sueño solos y resultará beneficioso para el niño y para toda la familia.
¿Y cuál es la herramienta?
La herramienta que nos ayudará es el orden. Acompañado de la constancia y de un convencimiento que estamos haciendo lo correcto.
La repetición de rutinas favorecerá que los niños crezcan en un entorno seguro, y que los acontecimientos sean previsibles les ayudará a que los hábitos se asienten y reviertan en su estabilidad emocional.
¿Cómo debemos hacerlo como padres?
Debemos acompañar en el proceso de adquisición de los hábitos con cariño y con cierta determinación, puesto que, aunque parezca increíble los hábitos se adquieren desde la cuna.
5 beneficios de trabajar los hábitos
La etapa de Educación Infantil es considerada esencial para dicha adquisición y dentro de los beneficios que podemos encontrar hay que destacar:
- Aporta seguridad y confianza
- Ayuda a descubrir el mundo.
- Permite que nos organicemos mejor.
- Serán personas más perseverantes y más constantes.
- Mejora la armonía familiar.
En resumen, enseñar hábitos a los hijos pequeños y formarse como padres son componentes esenciales para proporcionar a los niños las herramientas necesarias para tener una vida saludable y exitosa.
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