Poco a poco el colegio va tomando su ritmo habitual.
Las sonrisas sustituyen a las lágrimas. Los más pequeños se van acostumbrando a las pequeñas rutinas y lo hacen acompañados de sus profesoras que llenan las clases de música y juegos.
Asimismo, los mayores se han reencontrado con sus compañeros de clase tras el verano y, con gran alegría, hacen amigos nuevos con los alumnos que este año se han incorporado a Erain Txiki.
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